Tres flamantes ingenieros en RG: El estudio, la constancia y el sacrificio

Flamantes ingenieros industriales recién graduados de la UTN en Río Grande, estuvieron en los estudios de AIRE LIBRE FM. Hablaron sobre el sacrificio necesario para finalizar una carrera universitaria, destacando la importancia de aprovechar al máximo el tiempo y la constancia. También recalcan que la universidad no solamente brinda herramientas para el trabajo, sino también para la vida personal. “No hay edad límite para terminar una carrera, y las personas mayores también pueden estudiar y capacitarse”, señalaron.

Cuando comenzamos este año con el programa de los sábados, surgió la idea de destacar a personas que han egresado de diferentes carreras universitarias o terciarios, o resaltar a jóvenes que tienen algún trabajo en particular, un trabajo que es diferente a otros también.
Y este sábado la entrevista fue a tres flamantes ingenieros industriales: Guadalupe Martin, Tomás Preisegger y Alejandro Luraghi.

“Creo que los tres hicimos una primera carrera que no finalizamos, pero bueno, después nos encontramos estudiando Ingeniería Industrial. Es un sacrificio, pero lo cierto es que nos acompañó a lo largo de estos años como parte de la vida, y además nos permitió ir cumpliendo diferentes objetivos personales que en el medio, digo, quiero resaltar la importancia de decir uno muchas veces se exige, son 5 años la carrera, terminarla. Sí, nos llevó 6 años cursarla y después unos 2 años para presentar la tesis que en realidad no fueron 2 años de hacerla, pero de presentarla así y lo cierto es que estamos muy orgullosos porque a pesar de que nos llevó esos años, nos acompañó el estudio como parte de la vida y hoy nos abre muchas puertas, incluso los tres ya nos desarrollamos en el área, pero el sentido de ver la vida y de otras cosas cambia, principalmente en lo laboral”, sostuvo Guadalupe.

Mientras que Tomás manifestó que “la verdad que no caemos todavía un poco de que lo terminamos, porque uno estudió muchos años y realmente como dice Guada, con Ale también lo compartimos, somos estudiantes desde que terminamos el secundario nunca terminamos de estudiar. Todos los años hicimos cosas y bueno ahora que se pudo terminar realmente todo lo que quedaba pendiente que uno sacrificó capaz que decidió no hacerlo, postergarlo es como que ahora está el tiempo de hacerlo y bueno. Realmente contento y bueno, viendo todo el sacrificio que uno hizo, no fue en vano. La familia siempre estuvo”.

En el caso de Alejandro, tiene 42 años, trabaja en una industria local, casado y dos hijos.
“Yo no soy oriundo de Tierra del Fuego, soy de Buenos Aires. Arranqué mis estudios allá, y al trasladarme por temas laborales tuve que cambiar de carrera porque me encontré con la realidad que no tenía la carrera que estaba estudiando en Buenos Aires. Yo había arrancado con ingeniería electrónica y lamentablemente ingeniería electrónica se había cerrado para ese entonces acá en la UTN. Y tenía un objetivo claro, yo tenía que recibirme de ingeniero para prepararme profesionalmente para la vida, para futuros trabajos”.
Agregó sobre este punto que “tomé la determinación de empezar de cero, ingeniería industrial, y en el medio llegó la familia. Me casé, tuve dos hijos. La verdad que no fue fácil porque de alguna manera le fui restando tiempo a ellos. Eran fines de semana que nos quedábamos encerrados pero bueno después de todo, ese esfuerzo dio sus frutos”.

Sostuvo que su familia entendía ese sacrificio “incluso en los momentos de flaqueza donde uno quiere patear el tablero y decir bueno listo hasta acá llegué, no tiene sentido que siga estudiando, es la familia la que te empuja. Lo peor son los fines de semana porque uno se guarda ese tiempo para estudiar, se prepara y capaz que hasta le va mal porque está dentro de las posibilidades y uno dice todo ese tiempo invertido y capaz que no resultó y bueno otra vez levantar la frente y salir otra vez para estudiar y preparar algún final parcial lo que sea”.

“Los fines de semana se lo dedicamos al estudio, y armamos el grupo de estudio también. Y bueno, ese tiempo entre lo laboral e ir a cursar a la noche te lleva, te demanda. Un cansancio que después articulamos con el fin de semana para poder cumplir con los exámenes y demás pero hay una sensación hermosa. Durante la cursada fue mucho más fácil porque veníamos con la rutina de ir a cursar todos los días y como fuimos siempre alumnos que prestaron atención durante las clases, participaban y demás, era mucho más fácil juntarse el fin de semana a estudiar. Uno repasa la materia y capaz que prepara algunos temas en donde faltaban algunas cosas de entender, pero después realmente cursando y haciendo las cosas como corresponde, no es que es una materia imposible, o sea mucha gente dice te recibiste ingeniero es una locura, hay que dedicarle tiempo y atención, o sea todo el mundo puede aprender a hacer cosas que no entiende”, explicó Tomás.

Los nuevos ingenieros que tiene la ciudad coincidieron en detallar que “es súper importante, el aprovechar la clase. En ese momento tenés el 100% de las posibilidades de poder entender y después queda estudiarlo, ¿no? De recordarlo y de prepararte para el examen o algún trabajo adicional. Pero lo interesante es aprovechar esas horas dedicadas que vas a la facultad. Tenés que aprovechar el tiempo al máximo”, y aconsejó que “si hay algún chico que nos está escuchando, está cursando o va a inscribirse en la facultad, los primeros dos, tres años son difíciles porque realmente en la materia son pesadas, son abstractas, o sea, uno hace cálculos de cosas que no tienen mucho sentido al principio y después, de tercer año, en las materias más abocadas a especialidades, uno entiende para qué aprendió todo eso y realmente termina resolviendo problemas que de otra manera sin haber entendido o aprendido las materias que están en los primeros años que son troncales, creo que se pueden decir troncales de esa manera, que te sirven después, hallan a todo el camino para que al final uno entienda cómo funciona”.

Luego, en la entrevista se le pidió a Alejandro que brindara algunos consejos a las personas que están con dudas si estudiar una carrera o no: “Dos mensajes que para mí de alguna manera me marcaron. El primero es, la universidad lo que te va a brindar son herramientas para prepararte como profesional. No te va a dar las soluciones a absolutamente todo, te va a dar simplemente herramientas y te va a moldear la forma de encarar los problemas, de pensar un problema profesional básicamente. Y por otro lado, que una carrera universitaria no es una carrera de velocidad, sino una carrera de resistencia. Llega el que es constante en el tiempo”, explicó.

(AUDIO, CON LA ENTREVISTA COMPLETA).

(🎙) Aire Libre FM 96.3: