Pirotecnia y autismo: “El estruendo duele en el cuerpo”

La noche de Navidad volvió a encender una discusión que se repite cada año, pero que esta vez tuvo un volumen distinto. La pirotecnia sonora volvió a estar en el centro del debate y, según relatan familias de personas neurodivergentes, su uso fue mayor que en años anteriores.

“La noche de Navidad se escuchó muchísimo la pirotecnia, más que en muchos otros años”, señaló Silvene Willy, referente de Padres TEA Tierra del Fuego y mamá de dos niños neurodivergentes, en diálogo con AIRE LIBRE FM. Desde su vivienda, en la zona de la Margen Sur, describió una situación que, aseguró, también se repitió en otros sectores de la ciudad.

 

“En años anteriores eran casos aislados, escuchabas uno que otro estruendo, y este año ha sido mucho”, expresó. Para las personas con autismo, explicó, el impacto no es menor. “A los chicos con autismo afecta bastante”.

 

Silvene recordó que el autismo es un espectro y que no todos lo viven de la misma manera. “Por ahí vas a escuchar, sí, pero el mío no, y es verdad, no afecta a todos igual”, aclaró. Sin embargo, remarcó que el daño existe y no debería minimizarse. “Donde le hace daño a un chico, está mal”.

 

El ruido, explicó, no es solo una molestia. “Para un niño con hipersensibilidad auditiva es doloroso, lo siente en el cuerpo, el estruendo duele”. Y advirtió que el impacto no se limita al momento de la pirotecnia. “Por ahí diez minutos de que vos la pases bien, para un niño con autismo son semanas pasándola mal”.

 

A lo largo de los años, dijo, las familias reciben todo tipo de sugerencias. “Nos dicen: llevalo a pasear a Cabo Domingo a las once y media de la noche, encerralo en el baño, en el placard, envolvelo con una frazada, poné supresores en los oídos, total son diez minutos”. Para Silvene, esas respuestas desconocen la realidad cotidiana. “Como si fuera tan sencillo sacar a un niño de la casa por diez minutos de pirotecnia”.

 

El reclamo no se limita únicamente al autismo. “No es solo el ruido, también afecta a personas con hipersensibilidad auditiva y a los animales”, señaló. A eso se suma otro riesgo: “El peligro de incendios que provoca este tipo de pirotecnia ilegal”.

 

Consultada sobre por qué el uso parece haber aumentado, Silvene fue clara. “Creo que no se ha encontrado una manera real desde la autoridad competente de regular esto o de impedirlo”. Según explicó, la falta de controles genera un efecto multiplicador. “Como no hay una prevención real, se va haciendo cada vez más”.

También cuestionó el ingreso de pirotecnia a la provincia. “Se vende, se trae, entra a la isla de alguna manera que nadie entiende, y es muy peligroso”.

 

Desde Padres TEA advierten que la situación no es nueva, pero sí creciente. “Ya va aumentando desde años anteriores, este año ha sido mucho más”, sostuvo. Y recordó que existen normas vigentes. “Hay una ordenanza municipal del año 94 que ya prohibía el abuso de la pirotecnia, y en 2019 se rehace una nueva ordenanza”.

 

Frente a este escenario, Silvene marcó una alternativa posible.

 “Nosotros apoyamos la pirotecnia fría, la pirotecnia sin ruido que se usa en muchos lugares”. Reconoció, sin embargo, que tiene limitaciones. “El tema es el costo y que no tiene el mismo impacto visual”.

 

Aun así, remarcó el eje del reclamo. “Nunca vas a lograr agradar a todos, pero tu libertad de pasarla bien perjudica la salud de otro”. Y concluyó con una advertencia: “Si no se encuentra una manera real de que la ordenanza pueda contener esto, va a llevar a un problema cada vez peor”.

 

La pirotecnia volvió a estallar, pero esta vez dejó al descubierto una realidad que muchas familias viven en silencio y reclaman que, de una vez por todas, sea escuchada.

() Aire Libre FM 96.3: