Panorama desalentador: la imagen negativa de los senadores argentinos en el ranking

En un contexto donde la desconfianza hacia los representantes políticos se intensifica, el reciente ranking nacional de imagen positiva de senadores, publicado por CB Consultora Opinión Pública, ofrece una visión preocupante sobre la percepción pública de la Cámara Alta del Congreso Nacional.
Encabezando la lista se encuentra Pablo Blanco, senador por Tierra del Fuego, quien, a pesar de ocupar el primer lugar, presenta un diferencial de imagen de -4,1%. Esto indica que su imagen positiva del 8,1% apenas supera su imagen negativa del 12,2%, con un notable 79,7% de nivel de conocimiento entre los votantes.
En el segundo lugar, Carolina Losada, senadora por Santa Fe, muestra un diferencial de -6,9%, seguida de María Florencia López de La Rioja con -7,8%. Estos resultados evidencian que, a pesar de algunos logros individuales, la mayoría de los senadores enfrentan una imagen pública negativa.
En el extremo opuesto del ranking, los senadores con peores diferenciales son Martín Lousteau (CABA) con -36,9%, Oscar Parrilli (Neuquén) con -35,9% y Juan Manzur (Tucumán) con -35,3%. Estas cifras son alarmantes y reflejan una falta de credibilidad que pesa sobre los integrantes de la Cámara Alta.
El informe también destaca el crecimiento de Mercedes Valenzuela de Formosa, quien experimentó una mejora de +4,1 puntos porcentuales en su diferencial. Sin embargo, Carmen Álvarez Rivero de Córdoba sufrió la mayor caída, con -5,0 puntos.
Por último, el senador con el mayor nivel de desconocimiento a nivel nacional es Guillermo Andrada de Catamarca, con un 85,9% de encuestados que respondieron “no sabe/no contesta”, lo que subraya aún más la desconexión entre los senadores y la ciudadanía.
Este panorama revela una realidad inquietante: ningún senador cuenta con una imagen positiva que supere a la negativa, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad y la credibilidad de los actuales representantes del pueblo en el Congreso Nacional.