Padres se quejaron por un “pésimo” servicio de catering en cena de egresados

Melina Fernández, Martín Heredia y Sebastián Ruiz, padres del 6to. grado de la Escuela N°8 de Río Grande denunciaron en AIRE LIBRE FM a la empresa de catering “Vinchenzo” – de Dorina Silvana Santander, de Islas Malvinas 849- que brindó el servicio en la cena de egresados el sábado 1 de diciembre. “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias. Hay un acuerdo en la cual ella accede a negociar y reconoce las falencias”, dijo un papá sobre un acuerdo que firmaron post fiesta.
“El contrato especificaba la comida, bebida, un castillo inflable, magos, y el catering que incluía entrada, plato principal y una mesa dulce que nunca se sirvió y el servicio de seguridad tampoco”, señalaron los padres.
“El salón era el gimnasio de la Escuela, ellos nos brindaron el espacio físico ya que eran casi 300 personas para la fiesta. Había que estar 20:15 y se prolongó casi hasta las 22. Ellos manejaban el ingreso a la fiesta. El hall de entrada fue un desastre. La gente hacía rato estaba parada. Había mesas enumeradas pero ni ellos sabían donde iban sentados cada uno. Vos entrabas al lugar y tenías gente sentada”, expresó un padre.
Y añadieron: “Fue un desastre en general de organización. El catering nunca se tocó ni se le entorpeció el trabajo. Había gente parada, que no tenían ni para tomar. Yo y otro padre nos arremangamos para ayudar en vez de disfrutar la fiesta. Había dos mesas para 300 personas y no tenían ni idea como servir una mesa. Las entradas que nos sirvieron. Yo siempre soy agradecido por la comida, pero por Dios. Ponían dos empanadas y dos sanguchitos para diez personas. Imaginate los ánimos. Nuestro hijos la pasaron espectacular. Ninguno se enteró porque ellos juegan pero nosotros discutimos con los padres por el servicio”.

“Eran casi las doce de la noche y la gente no comía. Había 200 personas haciendo fila esperando la comida. Por lo que nos cobraron a nosotros por lo menos el servicio mínimo. Pagamos mil pesos por adulto, y 800 por egresados. No comimos ni una comida como corresponde. Las tarjetas están todas canceladas porque sino no podían ingresar”, lamentaron.
“Ella tenía una página llamada Vinchenzo Catering, y la cerró después de esto. Teníamos un número de contacto, y luego se negó a acceder a negociación para llegar un acuerdo. Llegó a ofrecer un servicio más, porque ya lo arruinó”, finalizaron.
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