(VIDEO) Jóvenes fueguinos hicieron cumbre en el Aconcagua

Liliana Haro y Daniel Rodríguez son jóvenes riograndenses que intentaron por segunda vez escalar el Aconcagua, y esta vez lo lograron. El Aconcagua es una montaña ubicada en Mendoza, con una elevación de 6.961 metros de altura. Ambos hablaron con AIRE LIBRE FM y contaron esta hazaña.

Liliana recordó que el día domingo 21 de enero al mediodía consiguieron la cumbre: “El ascenso lo comenzamos el día sábado a las doce de la noche. Dado que es un día bastante largo y el clima estaba muy bueno, queríamos aprovecharlo, salir temprano, tranquilos, mantener un ritmo lento pero constante, llegar con buen aire y físico hasta la cumbre porque son muchos días los que se caminan ese día y como todo lo que te dicen, no solo es subir, sino que también es volver”.

“Hicimos cinco noches. Nuestra travesía empieza entrando al parque, entramos el día 15 a Horcones y ese día nos quedamos en Confluencia, que aproximadamente son dos horas de caminata hasta ese campamento, que tiene tres mil doscientos metros. Al día siguiente, bueno, obviamente ese día primero tenés que pasar por un chequeo médico. Ambos dos, tanto Daniel como yo, los pasamos con normalidad, tanto la parte de la presión, la auscultación de los pulmones y la saturación de oxígeno, que es muy importante para que te dejen pasar. Así que con esto aprobado al día siguiente nosotros emprendemos viaje de Confluencia a Mulas, que aproximadamente tiene ocho horas. Así que también es un día largo, hay que tomárselo con tranquilidad e hidratar un montón para estos días”, contó la joven en el programa Entre Mate y Mate.

A renglón seguido, sostuvo que “ese día que nosotros llegamos, obviamente descansamos, tomamos la decisión que, como ya veníamos con dos días de caminata, al día siguiente tomamos un nuevo día de descanso en Plaza de Mulas, que ya estamos a 4.300 aproximadamente. Ahí en Plaza de Mulas tenés varios servicios, entonces pedimos el servicio de wifi, que eso lo tenés que pagar aparte, y con eso queríamos chequear el clima y ver cómo iba a seguir nuestra expedición. Ahí nosotros vemos que tenemos unas buenas ventanas, entre el 21 y el 23 aproximadamente. Había otra el 19, pero era muy apresurado y tampoco lo queríamos tomar muy de golpe, queríamos estar bien para cada día físicamente. Empezamos a subir y nosotros elegimos el estilo alpino”.

Liliana, cuando vos decís teníamos dos ventanas, ¿se refieren a buenas condiciones climáticas?

“Sí, así es. Nosotros cuando chequeamos el clima vimos que había poco viento, que eso es muy favorable cuando tenés que pasar el Portezuelo del viento porque te encontrás realmente expuesto y puede haber tanto viento que a veces no te puede dejar ni avanzar. Y teníamos en esta ocasión 35 kilómetros que era algo muy favorable, estaba despejado, iba a haber sol y muy poco frío. Las condiciones estaban dadas para que se pueda llegar a cumbre de día.
En la cumbre del Aconcagua abrimos la bandera de Tierra del Fuego porque queríamos dejar a nuestra provincia en lo más alto de lo que es el techo de América”.

Vamos a preguntarle a Daniel Rodríguez, ¿ustedes en otra oportunidad también habían intentado llegar a la cumbre del Aconcagua?

“Fue el año pasado, el año 2023, que también intentamos hacer de la misma modalidad. Era la primera vez que entrábamos al parque, también con un montón de incertidumbres y un montón de cosas que no sabíamos. Estuvimos a 100 metros de la cumbre, estuvimos a 6.800 finalizando la canaleta, la gran canaleta que les llaman, encarando el filo del Guanaco.
Pero bueno, llevábamos casi 11 horas, 11 horas y media caminando. Las condiciones climáticas eran muy adversas, hacía mucho frío, hacía más de 35 grados bajo cero. Así que bueno, éramos los últimos que íbamos a tirar cumbre. Justo está bajando la patrulla de rescate y bueno, no nos obliga, pero sí nos sugiere que no sigamos porque teníamos más o menos una hora más como para llegar a la cumbre y obviamente una hora y pico más como para regresar. Entonces entre dos horas y dos horas y media teníamos aproximadamente, hizo venir una tormenta encima. Cuando la patrulla nos dice eso, miramos hacia la cumbre y se empieza a cerrar y empieza a nevar.
Lamentablemente tuvimos que bajar, a 100 metros de la cumbre.
No te imaginas la impotencia. En ese momento nos miramos los dos, nos largamos en llanto. Pero también está en la cabeza porque decidimos o seguimos y nos quedamos en la cumbre o volvemos y regresamos para intentarlo de vuelta. No se podía porque ya prácticamente la tormenta la teníamos encima. De hecho cuando nos dice la patrulla eso, empezamos a bajar y estuvimos casi dos horas y media o tres bajando con tormenta de nieve que casi no se veían las huellas. Así que bueno, la verdad que fue una buena decisión. Difícil, pero buena decisión”.

Si ustedes el año pasado hubiesen seguido esos 100 metros que les quedaban, ¿en cuánto tiempo lo hacían?

“Teníamos más o menos entre dos horas y media y tres como para poder regresar al mismo lugar. O sea, el ascenso. Seguido una hora y media y una hora más como para regresar. O sea, no nos daba el tiempo y nos iba a agarrar la tormenta arriba y íbamos a terminar quedando arriba en la cumbre.
Entonces, bueno, en ese momento difícil, te digo que fue difícil. Decidir si volver. Porque tampoco sabíamos exactamente si íbamos a volver este año porque pasan un montón de cosas durante todo el año. El entrenamiento es muy duro. Pero bueno, gracias a Dios pudimos regresar.
Hay que regresar y volver a casa, estar con la familia, que es también lo más importante”.

¿Ustedes dos hicieron cumbre solos o iban con un grupo?

“No, nosotros salimos solos de Río Grande. Viajamos todos por tierra. Hicimos una aclimatación previa en el Cordón de Plata, en Vallecitos, que está a 5.000 metros. Como para entrar bien oxigenado en sangre, con hemoglobina bien perfecta hacia el parque. Y esta parte de estilo alpino que les decimos, que no es por tirar nada a los campamentos, sino que es salir con tu equipo y directamente ir campamento por campamento.
Pero sí, fuimos Lili y yo, los dos solitos, y metiéndole toda la garra. Porque la verdad que también los costos se van muchísimo ahora con todo esto del dólar y demás.
Es algo también que nos cuesta mucho hacer a nosotros. A los extranjeros no tanto, pero a nosotros los argentinos a pulmón. Todo en dólares cuesta mucho”.

¿Hace cuánto tiempo que ustedes practican este deporte aquí en Tierra del Fuego?

“Hace varios años los dos. Por ejemplo, somos colaboradores del Club Andino Río Grande. Y bueno, aparte hacemos montaña nosotros solos. También en otros años hemos coronado también el techo de la Patagonia, que es el Volcán Domuyo. Hemos hecho otros volcanes también en la Patagonia. Y bueno, teníamos esta cuenta pendiente de coronar el techo de América, ¿no? Que lo tenemos acá en Argentina, es nuestro. Así que teníamos ganas también de hacer esto”.