Nuevo reclamo de “Justicia”, por la muerte de Pablo

Araceli Torres Castro es una joven que en Ushuaia había comenzado una relación con Pablo Manuel Sanfelippo (30), quien murió trágicamente el pasado domingo, en un choque ocurrido en calle Facundo Quiroga, de la capital fueguina. Se recuerda que fue embestido por un rodado Kangoo conducido por Alberto Thomas Lamas (24), quien está detenido. Araceli habló con AIRE LIBRE FM y pidió “justicia”.

La joven recordó que “Pablo se dirigía hacia su lugar de trabajo, era el chofer de Tolkeyén y era su último día de trabajo porque el lunes se iba de vacaciones y estaba muy contento y muy esperanzador por eso. Y bueno, y en horas de la mañana nos enteramos de lo que pasó. Así que estamos muy conmovidos y en estos momentos uno por ahí intenta buscar respuestas y no las tiene, escapa de uno, se enoja con la vida, con Dios, con el destino, porque no se puede entender cómo esta gente se puede manejar tan impunemente y tan libremente sin medir las consecuencias”.

Luego recordó: “Te voy a contar una historia que, después de que pasó todo esto, uno empieza a recordar anécdotas y cosas que pasan con la persona. Yo con Pablo, si bien lo conozco hace tiempo, nosotros estábamos entablando una relación. Y no hace mucho, en enero, recuerdo que él se sale con sus amigos a una fiesta del club y me escribe sobre horas de la mañana, 11 de la mañana y me cuenta de que había tomado alcohol en el club y que había decidido irse caminando, estaba lloviendo esa noche, que se había mojado todo, que le dolía el cuerpo, y que él estaba yendo a buscar el auto porque él, consciente de que había tomado, había dejado el auto estacionado ahí en el playón, en el garage del estacionamiento del club. Entonces uno dice, si desde el otro lado uno tiene la predisposición y la buena voluntad, no le jode la vida a nadie, no le caga la existencia a nadie, ¿por qué esta gente se maneja tan impunemente?”.

Respecto al conductor detenido, la entrevistada sostuvo que “esta persona, que tengo entendido que tenía prohibición para manejar por hechos que ya habían sido relacionados muy similares a esto, entonces decís, ¿quién controla todo esto? ¿Quién se encarga? ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde está? Porque es la primera vez que me toca vivir un hecho así, tan de cerca, y la verdad que solo puedo decirte que siento mucha bronca, mucha angustia, Pablo era hijo único, imagínate su mamá, cómo está, con el corazón destrozado, tiene una nena, muy buen padre, muy de su hija y su hija ahora, o sea, y las explicaciones, ¿quién te las da? No, no, no, es algo que no encontramos respuestas, es una tristeza, porque si uno trata de manejarse bien, bien por la vida, y desde el otro lado se maneja esta gente y nada, lo único que nosotros esperamos, tanto las familias, los amigos, las personas que lo querían y que lo conocían y que sabían que Pablo era una persona de bien, es esperar justicia, que actúe la justicia y que no quede este caso impune, o sea, que paguen, que paguen, que paguen, porque así como él tuvo su conciencia para salir del boliche y no manejar el auto, porque desde el otro lado esta persona se manejó así y con un grado de alcohol se subió a un vehículo y sin importarle nada se llevó la vida de él, que lo único que estaba haciendo es ir a trabajar, es cumplir su responsabilidad, o sea, entonces nada, lo único que espero desde este lado es justicia nada más, lo único que quiero es justicia”.

En otro párrafo graficó que “él vivía con su mamá, Pablo una persona súper alegre, donde lo veías él sonriente, yo por ahí tenía mi humor y mis días y él nada, siempre te subía la autoestima y qué te pasa, sonreí, él agradecido con la vida, viviendo la mil, es como te digo responsable, se iba a trabajar, o sea, se iba a trabajar, era su último día de trabajo, era una persona muy buena, lo querían mucho, muchos amigos, entonces nada, todo esto es muy injusto, la verdad, muy injusto. Él trabajaba por temporadas y ahora había terminado la temporada y volvía a la temporada siguiente y había organizado sus vacaciones, porque su mamá se había ido con su hijo anteriormente y ahora le tocaba irse a él, estaba ilusionado, se iba a Buenos Aires a ver a su familia, viajaba a Brasil, incluso estos días anteriores había estado muy ansioso porque no conseguía hospedaje en Brasil, o sea, como no conocía, no sabía por dónde se iba a manejar y estaba con mucha ansiedad y unos días antes había conseguido, entonces estaba contento por eso, porque ya se había podido organizar bien y el sábado de la noche nada, habíamos hablado, me dijo me queda lavar un par de zapatillas nada más y ya estoy, ya tengo todo, estaba súper ansioso, no sé en qué momento pasó, todo esto es inexplicable para mí, porque en un abrir y cerrar de ojos se llevaron la vida de él”.