La historia de Juanito Bosco, en el Día de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera

En el marco del Día de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera, celebrado el 28 de mayo, Irene Berón, directora del Jardín Juanito Bosco, compartió la rica historia y el compromiso educativo de la institución, que este año conmemora 29 años desde su creación formal. Sin embargo, su legado se remonta mucho más atrás, consolidándose como uno de los primeros jardines de la provincia de Tierra del Fuego.

“Hoy celebramos la resolución que creó el jardín como nivel inicial, pero nuestra historia es mucho más larga. Somos una institución tradicional en Río Grande, y hemos recibido a un gran número de niños a lo largo de los años”, explicó Berón en diálogo con AIRE LIBRE FM. La directora destacó la conexión emocional que los ex-alumnos mantienen con el jardín, recordando cómo una exalumna trajo una torta para celebrar el aniversario, diciendo: “¡Este fue mi jardín!”

El Juanito Bosco se caracteriza por un enfoque educativo que valora la ternura y el amor en el acompañamiento de los niños. “Creemos en mirar a cada niño de manera particular, respetando su historia y brindando un entorno donde el aprendizaje se combina con el juego”, afirmó Berón. Esta filosofía salesiana se ha transformado en un sello distintivo del jardín, donde muchos niños que comienzan en sala de 3 continúan su formación hasta el nivel secundario en el Colegio Don Bosco.

Con miras hacia el futuro, Berón subrayó los desafíos que enfrentan los educadores en la actualidad. “Las infancias nos interpelan de una manera muy importante. Debemos revisar constantemente nuestras propuestas y estrategias de enseñanza para adaptarnos a las necesidades de los niños de hoy”, expresó. Este enfoque renovado se convierte en un objetivo clave para el 2025, donde la capacitación y el desarrollo profesional de los docentes serán fundamentales.

En un momento personal, Irene compartió su propia vocación como maestra jardinera. “La vocación me busca a mí. Desde el primer día que entré a un aula, supe que ese era mi lugar en el mundo. Me encanta jugar y el jardín es el lugar donde podemos aprender jugando”, reflexionó. Su pasión por la educación infantil se traduce en un fuerte compromiso por ofrecer un ambiente seguro y esperanzador para los más pequeños, especialmente en un contexto global desafiante.

“Creo firmemente que la educación es la base del cambio”, concluyó Berón, resaltando el papel transformador que desempeña el Jardín Juanito Bosco en la vida de sus alumnos y en la comunidad. Con este espíritu, el jardín continúa su legado, celebrando cada día no solo el aprendizaje, sino también la esperanza y el amor que florecen en sus aulas.