La fiscal no descarta nuevas detenciones en el crimen del joven Vélez

Verónica Marchisio, fiscal en la causa penal que se tramita tras el asesinato del joven Gerardo Vélez (19), habló en AIRE LIBRE FM y brindó algunos detalles de la investigación. El asesinato se produjo el lunes por la madrugada en el barrio El Mirador (ex asentamiento), cuando lo apuñalaron en 6 ocasiones, para luego incendiar la vivienda que habitaba con el fin de ocultar las huellas. Siguen detenidos los primos Ramón y Diego Kubitz.

El miércoles fueron trasladados para su indagatoria y optaron por ejercer su derecho a guardar silencio.
La fiscal sintetizó los sucesos que se fueron reconstruyendo en estos pocos días. “El 5 de enero, entre las 2 y las 4:15 de la madrugada, hubo un hecho de sangre en el barrio El Mirador de la Margen Sur. En principio fue alertado personal policial y de bomberos por el incendio de una de las dos casillas, ubicadas en el mismo terreno. Esta se encontraba en la parte posterior. El personal bomberil encuentra una persona de sexo masculino, fallecida, y se da intervención a las autoridades judiciales porque ven algunos indicios más allá del incendio provocado, porque tenía varios cortes en la zona del cuello que llamaron la atención”, relató la Dra. Marchisio.
“Así comienzan las investigaciones, se llama a la médica forense que se hace presente en el lugar y se produce el traslado del cuerpo para realizar la autopsia correspondiente. Allí se corrobora que tiene seis cortes en la zona yugular y que las estocadas provocaron una asfixia por la aspiración de la propia sangre de la víctima. Esa es la causal de la muerte”, precisó.
“Nos quedan pericias por realizar y algunas demoran más porque los estudios de ADN y los estudios histopatológicos se realizan fuera de la provincia. Pero en principio esa fue la causal de la muerte”, reiteró la funcionaria judicial.
Respecto del incendio, dijo que “para la Fiscalía fue para ocultar el hecho más grave” y, consultada acerca de si puede constituir un agravante, respondió que sí, además del móvil que habría sido el robo: “Tenemos varias cuestiones para analizar: si estamos frente a un homicidio agravado para ocultar otro delito, o procurar la impunidad de que no se descubra otro delito, como puede ser el robo. Si se produce la muerte para ocultar el robo, no hay nada más importante legalmente hablando que proteger la vida, por lo que la pena más alta la lleva el homicidio agravado”, subrayó.
“Después habrá un concurso material de otros delitos, como puede ser el robo, que también se encuentra agravado por el uso de arma blanca; y el incendio que ha puesto en peligro común a todos. En esto se protege la afectación a un bien común, no sólo a los propietarios de la vivienda”, observó sobre las implicancias de un incendio intencional como delito.
“Pero son delitos que en la escala penal no pueden superar jamás al bien jurídico primordial que tiene el ser humano, que es la vida, y se lleva la pena más alta”, reiteró, por lo cual se estaría frente a un homicidio doblemente agravado, con pena de prisión perpetua.
“Ellos tienen derecho a declarar o mantener silencio. Por consejo de la abogada defensora, los dos optaron por no declarar ayer”, dijo pero para hoy esperaba noticias de un cambio de postura, en caso de que quien no fue el ideólogo del crimen decida confesar ante el riesgo de una condena a perpetuidad.
“Estoy aguardando que me informen si en el día de la fecha uno de ellos estaría dispuesto a declarar. Hay muchos datos que uno todavía se reserva, para después poder confirmar”, manifestó la fiscal.
Remarcó que más allá de la participación de uno y otro, “si los dos quedaron detenidos es porque se encontraron indicios que dan una sospecha vehemente de que tuvieron participación en el hecho, por lo cual se les imputa la muerte del joven”.
Consultada sobre la vinculación con Gerardo Vélez, quien era hermano de la dueña de la vivienda, a su vez casada con un pariente de los Kubitz, dijo que “en principio tenían una vinculación de amistad. Esto lo sabemos por testigos y hay que reforzar con otras pruebas, para ver si ese día esa amistad los llevó a encontrarse juntos o fue otro el móvil por el cual llegaron al domicilio. Esto está en el marco de la investigación, analizando teléfonos celulares y realizando nuevos allanamientos”.
Agregó que no sólo son todos de Misiones y comparten un lugar común de origen sino que eran prácticamente vecinos. “Los imputados y la víctima vivían en proximidades, en el barrio Esperanza y El Mirador, separados por una cuadra”, senaló.
No todo está dicho respecto de los responsables del brutal crimen, y persiste la sospecha sobre la joven que conducía la camioneta Toyota Hilux, cuya identidad todavía se reserva aunque aparece en varias fotografías junto a Ramón Kubitz, en su muro de Facebook: “No descartamos la participación de alguna otra persona en el hecho. Hay indicios no tan vehementes que se encontraron en los allanamientos por lo cual se notificó sólo de derechos y garantías a algunos sujetos. Hay otros indicios más fuertes por los cuales estos dos masculinos están detenidos y han sido indagados”, diferenció entre los Kubitz y un tercero o tercera.
“Cada hora sigue sumando más pericias, más resultados de allanamientos y de testimoniales. No se descarta la participación de otras personas y la línea investigativa está tendiente a averiguarlo. Es lo que corresponde hacer y no dejar nada sobredicho por dejarnos llevar por las primeras pruebas”, expuso la fiscal.
Las pruebas contra los detenidos son en base a “indicios fehacientes”, no así respecto de la joven que mantendría una relación paralela con uno de los asesinos y la víctima, y manejaba la camioneta donde encontraron 24 mil pesos y rastros de sangre.
“La participación de un tercer sujeto podría llevar a pensar en que tuvo otro tipo de móvil sumado al hecho del robo”, reveló la fiscal, como también que “todavía hay medidas pendientes que pueden llegar a variar el móvil”.
Lo que se desprende de estas manifestaciones es que el grupo de delincuentes pudo tener intención de robar, conociendo los ahorros del joven, pero no de matar; y Ramón Kubitz, empujado por otra motivación quizás de carácter pasional, terminó dándole muerte a Vélez. Lo demás, derivó en un torpe intento de ocultar pruebas.
Al concluir la entrevista, la doctora Marchisio ofreció el perfil de Gerardo Vélez, de quien destacó su responsabilidad pese a la corta edad y la contracción al trabajo. “Era una persona joven que había llegado hace poco tiempo con el fin de mejorar su calidad de vida. Un chico muy trabajador, que se levantaba muy temprano y realizaba tareas de construcción. Estaba trabajando duramente para conseguir algunos ahorros y próximamente esperaba regresar a Misiones. Era una persona que ahorraba y trabajaba para poder progresar, y se había tomado muy en serio el trabajo como fin para el progreso, a sus 19 años”, concluyó sobre esta lamentable pérdida.