La Casa de la Cultura: una aspiración hecha realidad desde la democracia

En diálogo con Aire Libre, Domingo Montes uno de los protagonistas de la creación de la Casa de la Cultura de Río Grande. Recordó con emoción y detalle cómo nació este emblemático espacio cultural, símbolo de identidad y participación comunitaria.
“La Casa de la Cultura no fue solo un edificio: fue el inicio de un ciclo de aspiraciones que veníamos soñando desde antes del regreso de la democracia en el ‘82”, afirmó. La obra se concretó durante la gestión de Esteban “Chiquito” Martínez, con un gabinete reducido pero decidido a avanzar, a pesar de la falta de presupuesto y de un área formal de cultura.
Domingo, entonces director de Cultura, relató que todo comenzó en espacios municipales usados como depósitos, “con tarros con fuego para calentar”. Pero también con una firme decisión política: construir un espacio abierto, plural, pensado para la gente. “Nosotros veníamos militando la cultura desde hacía años. Queríamos algo para todos, institucionalizado, y aunque no había fondos, fuimos armando el proyecto con lo poco que había”.
La creación de la Casa fue un trabajo de años, que incluyó también la puesta en marcha de talleres culturales, hasta entonces dispersos o ligados a las escuelas. El sueño se hizo realidad poco a poco, con el esfuerzo de muchos y el convencimiento de que la cultura debía tener un lugar propio.
La inauguración, sencilla y emotiva, fue un hito para toda la comunidad. “Fue el logro de una aspiración colectiva. Por fin el área de cultura tenía reconocimiento institucional, algo que hasta entonces no existía”, recordó Domingo.
Hoy, décadas después, la Casa de la Cultura sigue en pie como testimonio vivo de una decisión política y comunitaria de apostar por la cultura como eje fundamental del desarrollo social.
() Aire Libre FM 96.3: