DÍA 29: Club Deportivo y Cultural General San Martin

En el día de hoy relataremos como son los inicios del Club Deportivo y Cultural General San Martín.

El 12 de julio de 1937, con el fin de brindar un espacio de recreación para el desarrollo de actividades físicas y culturales para los jóvenes del pueblo, se funda el club.
Los inviernos duros, fríos y largos impedían actividades al aire libre. Fue así como surgió la idea de crear el club para que los jóvenes del pueblo puedan tener un espacio para el desarrollo de actividades vedadas por las condiciones ambientales.

En la esquina de San Martín y Sebastián Elcano se reunieron un grupo de vecinos para darle forma al proyecto propuesto
Inicialmente el club comenzó a funcionar en la calle 9 de julio entre Perito Moreno y Alberdi, lindante al importante comercio de Raful. En ese mismo edificio también funcionó el primer cine de la ciudad, espacio cedido para que el pueblo disfrute de distintos pasatiempos.

Al poco tiempo de nacer, el comercio de Raful cae en desgracia con un incendio voraz que también incinera a todos los comercios y establecimientos de la cuadra, entre ellos al Hotel Comercio y las instalaciones del club. Pocas cosas se pudieron rescatar, perdiéndose mucha documentación entre ellas el acta fundacional. Los años siguientes fueron muy duros, sin lugar físico para reunirse y resguardar trofeos y material del club, lo que impedía el normal funcionamiento. Pero el panorama cambió lentamente. Tras acuerdos de Raúl Antoniejevic se logra obtener un espacio destinado para la sede del Club, ubicado en la esquina de la Avenida San Martín y Libertad.
Unos años más tarde, Sergio Trutanic, dueño de tierras rurales, a través de contactos con Héctor Francisco Mora, facilitó dinero en carácter de devolución para iniciar la construcción de un local, emplazado en la actual sede del club, sobre la calle O’ higgins 46.

En 1971, el club San Martín, da un gran salto. La Comisión Directiva del momento, comienza a plantear la forma de tener la Sede Social. Con los planos en mano para la construcción, Héctor Francisco Mora y Gonzalo Verategua (integrantes de la Comisión Directiva del club) toman contacto con el Ministro de Bienestar Social de la Nación, Francisco “Paco” Manrique en la ciudad de Buenos Aires en el año 1972 y acordaron una entrega de $30.000.000 Moneda Nacional, proveniente del Ministerio de Economía y un millón más de la Lotería Nacional.

Un nuevo proyecto comienza a gestarse: la construcción de un gimnasio propio. Primero, fue necesario trasladar la cancha de fútbol que era lindante a la sede. Gestión de por medio con el Gobierno Territorial, se traslada la cancha donde hoy se encuentra la Escuela N° 10. Luego, ante la necesidad de construir esa escuela, se realizan tratativas para que la cancha se traslade definitivamente en el actual predio ubicado en la intersección de las calles José Ingenieros y Ricardo Rojas. Situación más que conflictiva fue la retención del predio de la cancha, ya que tuvieron que resistir y defender a los embates de intentos de expropiación para destinar el predio al uso de la tierra para loteo y posterior urbanización. Esa resistencia le permitió al club contar con el título de propiedad del preciado predio.

El gimnasio se materializó finalmente en 1986; inaugurado oficialmente en el mes de diciembre de aquel año. El acto de inauguración fue presidido por el Presidente de la Comisión Directiva Abraham Orlando Vázquez, bautizándolo “Eduardo Rogolini”, en memoria de uno de sus fundadores.

El club fomentó una rica vida social con su pueblo. En su sede se organizaban innumerables actividades socio-culturales: bailes, teatro, actividades deportivas como el boxeo y el tenis de mesa, (el club ostenta el orgullo de contar con las primeras mesas para la práctica del ping pon en la ciudad). También en su sede se realizaron carnavales, con bandas musicales en vivo, bailes, casamientos, kermeses, peñas, encuentros sociales, entre otros.

Además, tiene una rica historia de fútbol de salón. Inicialmente, se medían con equipos de estancias (en aquella época todo establecimiento ganadero tenía su equipo de fútbol), que competían con equipos de Punta Arenas, Porvenir, Cerro Sombrero y Puerto Natales.
Los colores de su casaca fondo blanco y una “V” de color azul, es producto de la búsqueda sencilla de obtener una camiseta que los diferencie del resto, pero sin incurrir a grandes costos. Con una camiseta o camisa de color blanca con botones frontales, se le adoso una cinta ancha azul, que utilizaban las mujeres para recogerse el pelo. El club alzó varias copas, pero las hazañas más importantes son del año 1994, cuando obtiene el campeonato nacional de FUTSAL, y en el año 1995 se consagra tercero en el campeonato sudamericano.

El club cuenta con alrededor de 350 socios, pero el sostenimiento económico proviene de acciones concretas que realiza la comisión directiva: alquiler de la sede para distintas actividades, de los albergues que consta de 44 plazas, de la cancha ubicada en el gimnasio y la organización del ya clásico “Baile del Recuerdo”, realizado una vez al mes.

(🎙) Aire Libre FM 96.3: