Despidos en la textil: “Hemos visto a compañeros llorar por perder el empleo”

Sebastián Del Castillo y Gabriel Hoquart, son delegados de los trabajadores de la empresa textil “Sueño Fueguino”, que este martes despidió a 35 operarios. Hablaron con AIRE LIBRE FM y detallaron lo vivido en las últimas horas a medida que la firma iba confirmando los despidos. “Hay compañeros de muchos años de trabajo y ahora viven una gran incertidumbre por su futuro”, dijeron.

“La verdad que fue de sorpresa, porque no lo habíamos visto venir, o sea, más allá de que hay un ambiente que puede llegar a pasar, no lo habíamos hablado con la chica de Recursos Humanos, no nos habían notificado nada. Hoy en la mañana nos enteramos por las noticias, ni siquiera ella sabía, nos acercamos a hablar con ella y no tenía para decirnos nada.
Que solamente le había llegado la información de Buenos Aires y que iban a despedir gente, contratado y efectivo”.

¿Cómo fue vivirlo al lado de sus compañeros que usted señalaba recién, previa a la entrevista, que había compañeros de 25 años de antigüedad?

“Muy triste, porque toda una vida ahí adentro, compañeros, sí, de 25, de 7 años, 9 años, todo esto, la verdad que a nosotros, como delegados, parte del sindicato o representantes de ellos, nos pega muy fuerte, la verdad que, y sin poder hacer nada, porque la verdad que se le abona, se le paga todo, pero esa persona deja de estar, esa persona, todo un vínculo adentro, muchos años trabajando juntos, la verdad que muy triste, muy triste ver chicos contratados llorando, compañeros tristes porque no saben cómo van a seguir, ninguno es que tiene una empresa afuera o tiene algún proyecto, la verdad que no sé cómo decirte, todos dependían de ese trabajo.
Sabíamos que la empresa está en juicio, pero no pensábamos que iba a llegar a esto, a este momento así”.

¿Y cuántos fueron los despedidos en total?

“En total son unas 35 personas, 9 efectivos y 24 contratados.
Creo que la persona es el sostén de su casa, es el sueldo, y bueno, hay gente con mucho año, como gente contratada, que también sus esperanzas en este tiempo se le habían vuelto y hoy se encuentran en que de un día para el otro nos encontramos con una noticia en la mañana que iban a desvincular gente y bueno, tomaron la decisión de hacerle saber a la gente en ese momento.

¿Se fueron a la casa de inmediato apenas ingresaron? ¿Cuándo tuvieron esta información les dijeron que se vayan?

“A las 2 horas creo que les informaron y bueno, ya les dijeron que se podían ir, podían dejar, retirar sus pertenencias e irse de la empresa”.

¿Cómo fue ese tiempo? Porque fueron 2 horas en las que ustedes ya tenían la información pero nadie les decía nada.

“Sí, más o menos en el portal que lo vimos fue como a las 7 de la mañana y a eso de las 8 obviamente se generó una incertidumbre adentro de la fábrica porque la gente se entera rápido eso y ese ambiente que queda es complejo a veces. La empresa manifestó que le van a pagar completo al 100% y ¿qué resta para esa persona?, yo creo que es seguir buscando laburo. Siempre digo, si hay mano, si hay pie y hay esperanza, uno tiene que seguir. Hay familias detrás, no creo que es tirar la toalla. No nacimos ahí, como siempre decimos, pero tampoco uno piensa morir ahí adentro.

¿Qué resta ahora para los trabajadores que están allí, en el interior, que deben continuar y que, como antes no sabían que esto podía pasar, hoy no saben qué va a ocurrir en el futuro?

“Es una incertidumbre. Nosotros tampoco tenemos la última palabra para decirle cómo vamos a seguir. Todo esto, la verdad que nos cayó como un baldazo de agua fría, pero tampoco podemos generarle tanta calma porque, no sé, no sabemos. Ni la empresa hoy nos puede brindar una información clara con respecto a esto.
Cuando la gente nos pregunta, nosotros siempre tratamos de ser lo más claro posible. No ocultamos información.
No esperábamos tampoco esto, que fuera ya, imaginábamos para la otra semana, por ahí podía llegar a ser alguna baja, pero no para hoy.
Y no con tanta cantidad, no. Menos los efectivos, menos efectivos, porque había muchos chicos contratados que por ahí tienen unos meses, nada más, pero menos efectivo, sí. No lo esperábamos, la verdad que no”.

¿Y cuánta gente continúa trabajando ahora en la planta?

“Alrededor de 60 personas, 70 más o menos, con los otros sindicatos. Es una de las plantas más grandes. Todos los despidos son dolorosos, pero no habíamos visto gente llorar así, salir como que se le ha derrumbado la única esperanza que tenía”.