Adolescencia: análisis de una miniserie que habla del impacto de las redes sociales

Uno de los contenidos más vistos en la plataforma Netflix es ‘Adolescencia’, una miniserie que trata sobre la historia de un chico de 13 años acusado de un crimen gravísimo y el trasfondo vinculado a las redes sociales. AIRE LIBRE FM dialogó con el profesor en Investigación Criminal, Aníbal Lazzaroni, quien se especializa en delitos virtuales, sobre este nuevo lanzamiento y situaciones donde debe prevalecer el control parental sobre el mundo cibernético.

“La verdad que está bien enfocada, más allá de lo que se puede opinar desde lo artístico, en lo que es el guión, en lo que es la puesta en escena de la problemática. Es lo que venimos hablando muchas veces, o sea, cuesta visibilizar el impacto que tiene la sociabilización en redes sociales y entender ese mundo”, adelantó el profesor Lazzaroni, quien generalmente expone asuntos relacionados al grooming, control parental en redes sociales y cómo puede afectar esto a la salud mental de los adolescentes y niños.

Lazzaroni comentó que “yo creo que esta serie va a traer la posibilidad de que muchos padres empiecen a tomar conciencia de lo que realmente es la virtualidad en los chicos. Hay un pasaje en el último capítulo donde hacen una referencia que esta criatura era divertida, que jugaba, que salía a hacer distintas actividades, hasta que le dan su primera computadora, tablet y teléfono, y ahí cambia todo. Y después entendiendo esto de que hay códigos internos dentro del mundo adolescente de la virtualidad que obviamente nosotros no lo conocemos, que fue el gran problema que tenía el investigador”.

“Yo aliento a la gente a que la pueda ver, pero para reflexionar en la toma de conciencia, en esta responsabilidad que tenemos que tener los adultos, en que si vamos a brindar un mundo virtual, los adultos tenemos que estar presentes. No podemos soltar la mano a un niño, por más que lo veamos re desenvuelto, re independiente, no dejan de ser niños, no dejan de ser posiblemente engañados o trastocadas su personalidad, como en este caso que se vio”, aseguró el profesor en Investigación Criminal, quien recordó que “en una de las últimas entrevistas que hicimos hablamos sobre el tiempo de exposición que tenían los chicos en los teléfonos, ¿sí? Y teníamos prácticamente 70 horas semanales, donde 70 horas semanales, y a eso le sumas un código interno que los padres no conocen, de acuerdo a los emoji, de acuerdo al tipo de conversación, a los seudónimos sin sentido que se ponen para nosotros, pero sí sentido para ellos. Genera una convulsión muy grande en los chicos, genera unos traumas impresionantes, y después no le encontramos explicación”.

Y continuó: “Esa explicación viene de todo esto que están viviendo en un mundo virtual que no terminamos de explicar, que no es el mundo real, que lo que pasa ahí es efímero. O sea, vos estás en una red social, podés ser muy famoso y al otro día no ser absolutamente nada, en lo virtual, en lo personal y en lo real, todos los días te levantás, trabajás, haces cosas, pero en lo virtual es tan efímero que los chicos viven pendientes a ese instante de estar presentes, y creen que eso es parte de la vida o es el ciclo que tiene la vida, apenas efímero. O sea, es esto y nada más, hacer cualquier cosa por un like, hacer cualquier cosa para tener más visualizaciones, hacer cosas para ser famoso, como planteaban en la serie. O sea, no hace falta ser popular acá para estar dentro de internet, podés desarrollarte en dibujo, en pintura, en deporte, abrir las personalidades de los chicos para que sean íntegros dentro de su grupo social. Pero si pensamos que pasa por la virtualidad y que uno es popular solamente porque tiene X cantidad de seguidores y que esos seguidores los hizo porque envía fotos sexuales para tener mayor cantidad de seguidores, es una locura”.

Respecto a los códigos que pueden hallarse en los mensajes a través de emojis, Lazzaroni explica que “no te olvides que cada símbolo, cada signo que colocamos tiene un significado intrínseco que nosotros los adultos desconocemos. Te llevo a un pasaje de la serie, creo que es el segundo capítulo, donde el hijo del detective le dice te quiero ayudar porque me dio lágrimas el papel que hiciste. Porque no sabía lo que significaban los emojis, no sabía lo que era un incels, no sabía el entorno que había a través de una simple visualización de Instagram que para nosotros puede pasar desapercibido, para ellos dice muchísimo más. Claro. Y los padres no los llegan a ver, no llegan a interpretar los mensajes, no llegan a ver el ciberbullying que se les hace a los chicos, no llegan a ver la sobreexposición que se coloca dentro de las redes de estas criaturas. Entonces eso va impactando, va degradando de tal forma la personalidad de un niño que bueno, después empiezan a aparecer trastornos. Y esos trastornos después se manifiestan y después se sociabilizan y es todo un inconveniente”, cerró.



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