“Fue bastante difícil durante estos 10 años, tanto para la familia afectada como para nosotros”

“Fue bastante difícil durante estos 10 años, tanto para la familia afectada como para nosotros como personal de salud”, comentó Pastori. A pesar de las dificultades, la doctora expresó que recibió un gran apoyo de la población, lo que fue fundamental para sobrellevar la situación. “Siempre supimos que hicimos las cosas como teníamos que hacerlas”, afirmó, refiriéndose a los protocolos seguidos durante el tratamiento.

Al ser consultada sobre qué mensaje le gustaría transmitir a la comunidad tras el fallo del caso, Pastori enfatizó que, a pesar de seguir todos los procedimientos adecuados, a veces ocurren situaciones que escapan al control médico. “Hay circunstancias que son accidentes y que pasan. A veces los resultados obstétricos no son los esperados, y no siempre se pueden prevenir”, explicó.

Cuando se le preguntó sobre si la evolución científica podría haber evitado el desenlace del caso, Pastori fue clara: “No, lo que pasó con este bebé fue una alteración abrupta en la vena umbilical, algo excepcional que no se puede diagnosticar ni evitar”. Esto subraya la complejidad de la medicina y las limitaciones que los profesionales enfrentan incluso con los avances tecnológicos actuales.

En sus últimas palabras, Pastori mencionó que se había llegado a “la verdad justa”. Al respecto, afirmó: “Sí, creo que sí. La familia busca una justicia que nunca se va a poder reparar. Una muerte no tiene manera de ser reparada”.

Finalmente, la doctora Pastori reflexionó sobre la falta de información acerca de los derechos en el ámbito del parto respetado. “Hoy en día hay más conocimiento sobre la ley y los derechos adquiridos. Si bien en este caso no se alteró esa ley, ahora los padres son más conscientes y exigen más”, indicó, resaltando la importancia de la educación sobre los derechos en el embarazo y el parto.