Una empresa de Buenos Aires se trasladó a TDF y producirá briquetas para calefacción

El propietario de la firma Brik-Nic, Nicolás Ubertalli, que comenzará a producir la semana próxima en Tierra del Fuego, explicó en AIRE LIBRE FM, su decisión de trasladar la planta que tenía en Buenos Aires y apostar a la provincia, donde cuenta con materia prima que hoy se desecha, proveniente de los aserraderos de Tolhuin. El producto es una briqueta totalmente ecológica que se utiliza para calefacción en distintos lugares del mundo y hasta para producir energía.

Nicolás Ubertalli contó que “la idea es capitalizar el desperdicio que tienen los aserraderos, que hoy se está quemando y es una picardía, pudiendo transformarlo en biomasa y darle utilidad. El rendimiento del producto es mucho más elevado que quemar leña convencional, porque es tres veces y media más”, afirmó.

Respecto del proceso, detalló que “se toma el aserrín, la viruta y la madera de descarte, se lleva a un tamaño de partícula adecuado, se le saca la humedad y se lo compacta con una prensa con alta presión. Hay varios sistemas para fabricar las briquetas y yo estoy utilizando un sistema hidráulico, con una máquina italiana. Con la presión se logra que el material se pegue y se vuelve a armar un pedazo de madera. No lleva ningún aditivo y es solamente madera. La unión se logra a través de la lignina de la madera”.

Consultado acerca de si podría reemplazar al carbón, que es lo más utilizado para el tradicional asado y es muy costoso, aclaró que “esto no funciona como el carbón. Es un producto para llama y para calefaccionar. Es un producto que se prende fuego y no permite pisarlo, se prende y larga sus calorías en forma de llama. No sirve para el asado tradicional como lo conocemos, pero sí para cocinar a la llama. Si las cosas van bien, tengo pensado a futuro fabricar briquetas de carbón con este mismo material, y para eso primero hay que carbonizar el material”, dijo.

Una visita decisiva

En cuanto a su decisión de trasladarse a la provincia, indicó que “tenía esta fábrica en Buenos Aires y, a través de una visita que hice a la isla, me di cuenta de que hay un gran potencial y que hay un problema con los residuos madereros. Levanté campamento de Buenos Aires y me vine a instalar acá. Alquilé un galpón y estoy dando los primeros pasos. De esto hace un mes y todavía no pude sacar briquetas. Estoy terminando de armar el secadero y conseguir algunas cosas que me faltan, pero calculo que en una semana más voy a estar sacando briquetas”, anunció.

Los secaderos de Tolhuin “no se pueden utilizar en este proceso porque son para madera, y yo seco aserrín. Es diferente el proceso. El volumen de aserrín en Tolhuin es muy grande y por ahora van a tener que seguir quemando, pero si el negocio va bien, mi objetivo es ir creciendo y de a poco lograr que los aserraderos dejen de quemar”, expresó.

Por cuestiones de costos de los servicios, en muchas viviendas se ha retomado la calefacción a leña y las cocinas a leña, además del uso que hacen de este material los que no cuentan con las redes de gas. “Esto es óptimo para ese tipo de estufas y de cocinas de sistemas cerrados y para las estufas a doble combustión. De a poco del tacho tradicional que hay acá, si uno se va volcando a las estufas de doble combustión, se maximizan las calorías que tiene el producto. Hay un mercado importante en las tres ciudades fueguinas y puede ser muy interesante esta opción, porque es un producto más eficiente, más higiénico, y se evita cortar la leña que se corta para la quema. Del punto de vista ecológico no hay ningún problema, porque esto es ciento por ciento ecológico. Nosotros quemamos el desperdicio que hoy también está siendo quemado, así que las emisiones que vamos a generar son las mismas”, subrayó.

Una aventura personal

Hasta ahora Ubertalli no ha requerido de ningún apoyo del estado, y tampoco está familiarizado con los beneficios de la 19640 para la producción a partir de recursos naturales. “Esto es un proyecto personal, de mi mujer y de un amigo. Vinimos a poner un poco de capital y arriesgarnos a ver qué sucede. Es la primera vez que vine a Tierra del Fuego, y este producto en Buenos Aires tiene mucha demanda. Andaba muy bien pero el período de frío es muy corto. Cuando vine de visita y vi el potencial, me parece que puede ser un mejor negocio acá, teniendo materia prima que hoy están quemando. Ojalá en algunos años logremos tener un Tolhuin sin humo”, deseó.

“Cuando llegué me enteré de que Tolhuin genera su propia energía eléctrica con una usina a gas, y hay muchos lugares de Europa donde se genera la energía eléctrica con la biomasa”, observó.

Además hay otros emprendimientos que podrían encontrar una alternativa para abaratar costos, como la fábrica de ladrillos que se está montando en Río Grande, donde han cambiado el sistema de gas al de leña para la cocción de la cerámica. “Es muy interesante ese proyecto, y yo todavía estoy con una mano atrás y otra adelante con respecto a los costos, porque no sé los costos que voy a tener para producir en Tierra del Fuego hasta que empiece, pero pienso que va a ser viable”, dijo.

Consultado sobre la mano de obra empleada, dijo que “inicialmente se resuelve con dos personas, pero a medida que el proyecto vaya creciendo, se va a ir incrementando. La inversión de entrada no es mucha, porque yo me traje la planta que tenía en Buenos Aires, así que es correr riesgos con el alquiler hasta que empiece a ser rentable el negocio. Una vez que empiece a desarrollarse, si el negocio va bien tengo planeado salir a comprar más máquinas y a desarrollarlo de mejor manera”.

También quedará para más adelante interiorizarse de los beneficios de la promoción fueguina. “Todavía no hice ningún trámite de radicación. Vine a lo guapo, a hacer la América –bromeó-. No me ordené con esas cosas ni me desasné de la ley tampoco. Simplemente hice una visita, vi el potencial y decidí venir acá, porque si no, lo va a hacer otro, aunque inevitablemente va a aparecer la competencia, porque esto funciona en el mundo y acá también va a funcionar”, concluyó.


(🎙) Aire Libre FM 96.3: