Los orígenes de la escuela N°6 “Entre Ríos”, narrado por una de sus primeras docentes

María de las Mercedes Leuenger, trabajó en el establecimiento de Lago Escondido desde 1977 a 1982 y habló con AIRE LIBRE FM durante el 50° aniversario, que tuvo su celebración este domingo 4 de septiembre.

“Vengo todos los años si estoy en Ushuaia, para mi es una fecha muy importante porque yo también llegué en septiembre del 77, un martes 13. Cuando bajé en la escuelita, que era en una casa de la familia Bronzovich, miré a mi alrededor y dije ‘este es mi lugar en el mundo’”, expresó Mercedes.

Y continuó: “La escuela era de personal único, había 18 alumnos de todos los grados, fue una experiencia muy rica como docente. Teníamos una relación muy cercana con todas las familias de los chicos. Además, yo soy catequista así que hubo bautismos, confirmaciones, comuniones y en septiembre de 1979 se inauguró el edificio actual”.

“Acá venían los hijos de las familias del aserradero, también el nene del administrador de la hostería y dos chicos del aserradero Laguna Verde, de la familia Pretto. Yo vivía en la escuela sola, en ese entonces era una casa”, indicó.

Sobre el edificio, Mercedes detalló que “había dos habitaciones, yo dormía en una y la otra era una biblioteca popular para todos los que pasaban y me preguntaban que hacía falta, siempre mandaban libros”.

Por otro lado, narró uno de los capítulos oscuros que tuvo la escuela rural de Lago Escondido: “La escuela estuvo cerrada 2 años porque no había niños. Fue muy triste ese tiempo, porque por desidia de las autoridades estuvo librada a su buena suerte, y robaron calefactores, rompieron y destruyeron, porque las autoridades muy bien hubiesen puesto una familia en la vivienda de la escuela para que cuiden las instalaciones”.

“Cuando se reinuaguró hubo que hacerla de vuelta. Yo hoy veo bien mantenido en cuanto pueden hacer la directora y los docentes. Mirando con ojos más finos, le falta mantenimiento de parte del Ministerio de Obras Públicas e inclusive una ampliación. El patio quedó chico absolutamente, se necesita un SUM o gimnasio”, señaló.

“Estoy feliz y emocionada de estar acá, como le digo siempre a Mónica Hoyos la directora, cada vez me emociono un poco más”, cerró.